ENTREVISTA
| Un poquito de Germán Santiago
Iván
Hernández
|
Germán
Santiago nace en el seno de una familia humilde del norte
de la isla de Gran Canaria, concretamente en el pintoresco
pueblo de Fontanales, con mucha tradición a los
rallys y testigo de innumerables batallas de competición
sobre las cuatro ruedas.
Ya
desde niño la inquietud por las carreras le llevo
a proponerse ser el protagonista de ellas, quizás
no como actor principal, que ¿porque no?, para
ello trabaja y se esfuerza, pero de momento se conformaba
con ser un actor secundario de la película. En
su juventud acomete infinidad de episodios sobre coches
destartalados, más digno de un desguace que de
otra cosa, pero ya en el año 2001 se pone manos
a la obra y realiza su sueño realidad, estar presente
en la salida de un rallye.
Compra
un Peugeot 205 GTi, en el que se va batiendo contra el
crono, pronto empezaría a dejar huella, entre los
aficionados y público en general, ya no solo por
los tiempo que lograba con ese pequeñito y limitado
coche, sino por ese estilo de conducción agresivo
y a la vez efectivo que realizaba, sobresaliendo esa cualidad
muy especial, y no muy común sobre todo entre los
pilotos de su igual estatus.
Con
un sublime espíritu de superación y unas
ganas incesante a optar a cotas mayores, es en lo que
se ha convertido la persona de Germán Santiago,
el intentar superar esa barrera de "querer y no poder",
a pesar de todo, no tira la toalla y cada día trabaja
y confía, en que ese día se haga realidad.
¿Cómo
que te dio por los rallyes?
Pues la razón es que yo vivía en una zona
próxima a Pinos de Galdar y cerca del pueblo de
Fontanales (Gran Canaria) lugares muy populares dentro
de los rallys, y recuerdo que un año que vinieron
al Rallye El Corte Inglés, los Nissan 240 RS de
Terry Kaby y Shekhar Mehta y uno de los tramos tenía
su salida muy cerquita de mi casa. Vi a lo lejos esos
colores muy llamativos en la decoración de los
coches, esos naranjas fluorescente y ese sonido que tenían,
y la verdad que me llamó mucho la atención,
hasta tal punto que salí corriendo para verlos
más cerca, incluso mi madre me gritaba, yo ni caso,
a lo mío que iba, hasta que ya pues ahí
estaba yo a pie de cuneta viendo aquello que tanto me
marcó. Y a partir de ese momento pues comencé
a ir a los rallys en bici e incluso recuerdo hasta haciendo
autostop irme a un tramo a Fataga.
¿Qué
se te pasó por la mente, el día que estabas
en la salida, para disputar tu primer tramo cronometrado?
Recuerdo
que mi primer coche de carreras fue el Peugeot 205 GTI
que fue de Manolo Santana, también recuerdo que
el traspaso lo hicimos un jueves antes de una carrera
y yo ya estaba inscritos y había estrenado ya la
prueba, cuando aun no tenía en mi poder un vehículo
para correr. Y bueno todo nuevo de sopetón, la
única ligera idea de tenía, era cuando copiloté
al Luis Montesdeoca en el año 1995, del resto partíamos
de cero.
Debutamos
en el Rallyes de Santa Brígida y en mi mente había
sensación de ansiedad por pilotar, más tarde
ya nos llevamos una gran alegría porque tras disputar
los tres primeros tramos estábamos colocados en
el puesto dieciséis de la general y gran sorpresa
para el equipo y el mecánico que nos asistía.
¿El
día más bonito que has vivido en las carreras,
cual ha sido?
Un
recuerdo mejor que otro, es difícil decirte ahora,
quizás celebrar una victoria de los hermanos Vallejo
en el Rally El Corte Inglés en el cual entre comillas
formé parte de esa victoria, al cual me une una
gran amistad con ellos. Y bueno me quedo con todo en general,
soy un amante de este deporte de los rallys, y siempre
me gusta participar en ellos.
¿Y
de dónde te viene esa excelente relación con
los hermanos Vallejo?
Fue
en la época donde ellos venía a correr en
Gran Canaria con Peugeot, cuando aun no eran pilotos de
primer nivel, eran esos pilotos que estaban en mitad de
tabla y que uno se fijaba por sus cualidades, yo empecé
a seguirlos y a entablar conversación con ellos,
recuerdo que les preguntaba muchas cosas y ellos que eran
muy dados al buen trato con la gente, y muy cercanos siempre
me facilitaban mucha información, me los marqué
como referentes y ser el "Vallejo chico de Canarias",(Risas)
y por mi parte he intentado ayudarlos en la medidas de
mis posibilidades siempre que vienen a correr por Canarias,
hasta la actualidad donde tenemos esa amistad muy grande,
me han querido, me han valorado y son unas personas maravillas.
¿Tienes
algún recuerdo del que no quieras acordarte?
Pues
una salida de carretera cuando yo estaba en Volkswagen
Canarias, en un rallyes del Corte Inglés, salida
que no fue de envergadura, pero claro el problema vino
después, cuando se repara, se hace una serie de
cambios, también por aquel entonces coincide que
sale un modelo nuevo de calle igual al nuestro y se aprovecha
un poco pues para también hacer ese cambio a la
carrocería
e igualar de cara a la marca nuestro coche de carreras
al que se comercializaba, y entre unas cosas y otras,
vuelven a modificar los frenos, cosa que a mi poca gracia
me hacía. El coche se termina en el taller y me
dispongo a llevármelo, momento que aprovecho para
testar esos frenos, con tan mala fortuna que me quedo
sin ellos y tengo una aparatosa salida de carretera, eso
no me ayudó mucho dentro del equipo y me dejó
con mal sabor de boca. Lo bueno que con el tiempo se demuestra
que el problema que padecía el vehículo
y mi veracidad quedaba argumentada, ya que otro piloto
prueba en unos test el mismo coche y con el mismo sistema
de frenos, y sufre una salida de pista por tal motivo.
Tu
tuviste tu faceta de fotógrafo en las carreras
también verdad ¿Cuéntanos un
poco eso?
De
pequeñito, como me encantaba tanto los rallyes,
pues quería traerme algo de eso a mi casa,
y me encontré la cámara de la luna
de miel de mis padres, que era toda de hierro y
pesaba como un bloque, ahí empecé
hacer mis primeras fotos, hasta que le fui cogiendo
el gustillo, además tenía buenas maneras
porque ya tenía muy medida las cunetas y
las reacciones de los vehículo.
|
|
Siempre
has estado en rallys de asfalto ¿Nunca la tierra
u otra modalidad?
No,
no, asfalto hasta la muerte. La tierra quizás me
pueda llegar a gustar, pero siempre volvemos a lo mismo,
todo parte de tener las herramientas necesarias para poder
optar a un campeonato, pero me quedo con el asfalto que
pienso que es hoy por hoy la categoría reina y
tiene más peso en Canarias.
¿En
qué consiste el día a día de Germán
Santiago?
Trabajar,
como todos, me dedico a una pequeña distribución
de repuestos, hacer deporte, me encanta hacer descenso
en bici, la naturaleza, ya que yo me he criado en el campo
y la vida sana, y de vez en cuando salir con los amigos
como cualquier persona normal.
¿Has
encontrado ayuda en el mundo de las carreras?
Lo
he tenido muy difícil en ese aspecto, por las características
de la zona en la que vivo, donde no es significativa por
tener empresas grandes o relevantes, más bien son
pequeñas tienditas dedicadas a lugares con pocos
habitantes, entonces casi siempre han sido apoyos justos
y necesarios de amigos y conocidos, tampoco hemos logrado
tener ese contacto que nos haya permitido abrir puertas
para lograr presupuesto ya no para un gran nivel, sino
por lo menos para realizar una temporada óptima.
|
¿Hasta
dónde te gustaría llegar?
Hay
que ser realista, y no tengo una edad para llegar
muy lejos, pero si es verdad que tenga las mismas
ganas que un chico que empieza con dieciocho años.
Me gustaría algún día poder
pilotar un WRC de los que han corrido en el Mundial
de Rallys, aunque sea ya desfasado, un Peugeot 206
o algo similar y aunque uno nunca sepa lo que le
depare el futuro, otro de mis sueños es estar
en un equipo de cierto nivel, ya que desde que hemos
comenzado en esta andadura de la competición,
hemos estado batallando con muy pocos medios y eso
lleva también a que obtener un palmarés
destacado es muy difícil.
|
¿Qué
pilares fundamentales crees tú, que debe de tener
un piloto de rallyes con metas ambiciosas?
Principalmente
te tiene que gustar este deporte y llevarlo en la sangre,
que no sea un antojo de un día, y sobre todo poder
tener medios que muchas veces es la clave para llegar
lejos, y por supuesto estar siempre dispuesto a aprender.
¿Hasta cuando en las carreras?
Hasta
que el cuerpo aguante, la física acompañe
y las ganas no se me acaben, que creo que será
lo más probable.