Reportaje | Mitsubishi Montero Proto | Historia
 
23/05/2015 | Reportaje | 15:45h.
MITSUBISHI MONTERO PROTO

Del Dakar a Teruel, pasando por Canarias.

Javier Sánchez / Iván Hernández Amparo Utrillas (q.p.d), José María de Felipe / Bernard Maingert / Javier Sánchez / www.cta-media.net / www.naciodigital.cat / Paco Cibera / José Manuel Nuez

 

Tomando contacto ya con las ruedas en firme peninsular y analizando que los daños podian haber sido mayores en el desplazamiento ya que el Proto había roto los trinquetes de amarre del contenedor y vino completamente suelto

Todos alguna vez en nuestra vida hemos tenido predilección por algún coche en concreto que haya marcado un mito, leyenda o simplemente tenga un carisma especial, en multitud de casos suelen ser coches muy laureados y en manos de pilotos carismáticos los que hacen que se les tenga esa estima y logran un buen pedigrí, pasado el tiempo y una vez bajados de la cúspide del triunfo, la gran pregunta es su destino, ¿qué pasa con esas unidades?, en muchas ocasiones pasan a museos, en otras ya se hace cargo algún otro piloto privado, en un supuesto que venga de algún equipo oficial o de cierta envergadura, sea como sea lo que importa es seguir conservando la esencia de lo que fue ese coche de carreras, donde a veces sí se consigue, pero en otras por circunstancias de la propia vida no queda otra que dejarlo un poco en el olvido hasta que se retomen tiempos mejores .

En Canarias tenemos muchos de estos casos expuestos, pero nos centraremos en uno muy especial, un vehículo diseñado y construido para el Dakar y que con los años recaló en las islas, nos referimos al Mitsubishi Montero Proto, donde se fabrica desde 1985 a 1986, y fue la unidad del piloto titular del equipo Mitsubishi, el legendario Andrew Cowan en el Paris Dakar del año 1987. Ese año corrieron tres unidades, uno como piloto número uno (Cowan) y dos como asistencia rápida, uno pilotado por Jean da Silva el cual se destruyó en un incendio, y el otro lo pilotó Hubert Rigal que abandonó por una avería, y tan solo terminó Andrew Cowan en el puesto octavo de la general, donde a pesar de ser uno de los grandes favoritos desde el principio, ganando diversas etapas e incluso fue liderando el rally, pero tuvo problemas con el turbo y subida de temperatura de la mecánica, era el Proto más evolucionado y a pesar de tener esos problemas en los últimos momentos de la carrera fue uno de los principales animadores de la prueba.

El Proto en el cuartel general del team Sonoauto en las inmediaciones de Arbigny, Francia

Después del Dakar del 87 se presenta en múltiples ferias internacionales y participa en otra cita importante ese mismo año, la Baja Aragón, y en este caso el Proto oficial acudió a la cita defendiendo los colores del equipo Nikon, patrocinador oficial de los coches también en el Dakar del 87, pero en esta ocasión con nueva rotulación, y a los mandos del vehículo los pilotos estrellas del equipo, Andrew Cowan de nuevo y Kenjiro Shinozuka, la Baja en aquellos años se corría el cincuenta por ciento cada piloto, siendo ese equipo el favorito máximo al triunfo y grandes animadores de la carrera, pero el joven por aquel momento piloto japonés le daba cinco vueltas de campana al coche, con lo que se corrió el riesgo de ver el camino del abandono, pero ahí estaba el gran equipo Sonoauto que reconstruyó el Proto y consiguió llegar a meta aunque perdiendo un tiempo muy valioso, terminando en el sexto puesto de la general.

Para el Dakar del 1988 el equipo francés ya tenían una nueva evolución del prototipo del 87 y que presentaría dos unidades en la salida, donde sus apariencias más significativas era el ser mas redondeados y tener un gran alerón trasero, ese año se alineaban dos equipos, uno principal, con los colores de Nikon con los dos Protos del 88 con Andrew Cowan y Pierre Lartigue, luego el otro equipo, también bajo la estructura de Sonoauto ,denominado el Team Natsuki, este patrocinado por Citizen que lleva las dos unidades Protos del 87 por lo cual el de Cowan del año anterior es cedido al piloto japonés Kenjiro Shinozuka, pero cosas del destino los prototipos del 88 no cuajan y la estrella del Dakar es Shinozuka, encabezando el rally y siendo el "come come" de los Peugeot y los Range Rover oficiales, finalmente salvando el honor del team Sonoauto y subiendo al segundo escalón del podium del Dakar en el Lago Rosa, marcando esta proeza una gran hazaña valerosa para la marca y su imagen internacional.

Ya en el año 1989, vuelve al Dakar con Guy Dupart, uno de los grades dakarianos con los colores de Ralliart y una peculiar decoración hecha a mano por un artista nipón evocando a un paisaje japonés. Tras el Dakar se deriva a Francia, se reconstruye una vez más y se expone en varias exposiciones, después de aquí se envía a las nuevas estalaciones de Ralliart Alemania y al tiempo recala en el departamento de competición de Japón Motor en las Islas Canarias, siendo uno de los grandes animadores de los rallys de tierra en sus años dorados.

La carrocería recién llegada de la factoría donde se realizaban A.T.X, después de pasar por el túnel del viento de HARTMANN PROTOTIPES


El proto LWB tomando forma en las instalaciones de Bernard Maingert

Una vez en Canarias ya pasa por las manos de varios pilotos, y tras participar en multitud de carreras, por esas circunstancias del destino acaba aparcado en una parcela en la isla de Fuerteventura, a la espera de un destino mejor, y es aquí donde aparece en escena nuestro actor principal, el señor Sánchez.

De la mano de Javier Sánchez, un turolense donde ya en su casa se respira el mundo de la competición, desde la época de los inicios en el mundo de los raid en la península, heredado de su padre y su abuelo que construía bólidos con restos de Hispano-Suizas y Bugatis de los que iban quedando tras la Guerra Civil y con lo cual ya desde su niñez experimentaba con todo tipo de cacharros, desde coches americanos y 4x4 del momento, su padre estuvo en Francia en los comienzos del trial 4x4 y en toda la movida de la gente del Dakar por los años 1977, 1978, después junto con amigos de la movida madrileña que tenían en común el gusto por la aventura, se empezaron a organizar los primeros raid españoles, como la Transpaña, la Montes de Cuenca, la Baja Montesblancos, etc, y todo ello excepto la de Cuenca estaban capitaneadas por franceses. Su padre fue unos de los pioneros de los raid en la península y reconocido recientemente en forma de homenaje en la Baja Aragón en el 30 aniversario de su creación, ya que por desgracia falleció hace dos años.
Javier Sánchez: "Por lo cual, con motivo del homenaje de mi padre en el 2014 nos decidimos a participar en esta temporada 2015 o 2016 en la toda poderosa Baja Aragón, y para ello necesitábamos un pura sangre"

Ya en el 2008 contactó con Cristóbal Ramón Cerdeña, un piloto de la isla de Fuerteventura donde en días anteriores a su llamada había visto un anuncio de una página de venta de coches de competición, y como él mismo denominó, era un pura sangre de raza de los de antes, ya desde ese mismo instante creyó y pensó que parecía un Mitsubishi Montero Proto de los primeros "Protos" del equipo Sonoauto oficiales, contactó con su propietario, Cristóbal, y la verdad que no llegaron a un acuerdo, dado que el precio era de infarto, y aunque Javier en ese momento estaba corriendo en el campeonato regional de rallys en su comunidad natal, con un BMW 325ix, en principio lo dejó pasar unos años, pero la cuestión fue que nunca se lo sacó de la cabeza, siempre lo tuvo presente y era de esas cosas que lo tenían ensimismado y dándole vueltas por la mente. Años después retomó la idea y vuelve a contactar con él para retomar el tema del Proto, con la ilusión de poder realizar la Baja Aragón 2015 y sino la del año siguiente, Cristóbal le comenta que al poco tiempo de estar hablando con él en la ocasión anterior, tuvo un accidente en una carrera y el coche se encontraba casi siniestro, con lo que a pesar de la mala noticia, el tesón de Javier siguió adelante. Y después de unos meses de negociaciones, la cosa parece que llegaba a un buen entendimiento. El coche era muy querido por el propietario y le tenía mucho afecto, y tal fue el apego que sentía por el vehículo que quiso colaborar activamente en el proyecto de una manera bastante implicativa. Cristóbal Ramón Cerdeña, tenía el Mitsubishi en una finca de su propiedad en Fuerteventura quizás un poco en el olvido, ya que se encontraba en ese momento participando en los rallyes del Campeonato Canario de tierra con otro Montero que tenia puesto al día, y sumado a su nueva paternidad, que ya tenía dos hijos recién nacidos, con lo que no era el momento para liarse la manta a la cabeza y empezar a darle el esplendor del que gozó el vehículo, con lo que todo eso hacía que entrara en un momento de duda y tras meditarlo ampliamente vio la mejor opción en Javier y en su ilusión, siendo las intenciones del turolense la de volver a recuperarlo por completo y devolverlo a la historia que había detrás de sí, dejándolo en las mejores condiciones posible.

Aythami Alonso en plena acción en tierras canarias

Fernando Capdevila, otro de los pilotos canarios que pilotaron la unidad del Mitsubishi Montero Proto

Por fin se llego a un acuerdo monetario sin necesidad de que Javier Sánchez se desplazara a Fuerteventura, gracias a la colaboración del propietario con el proyecto hasta límites insospechados, montó el Proto de nuevo, ya que se encontraba desmontado, reunió todas las piezas que pudo del vehículo, las guardo en su domicilio hasta que saliera un contenedor, tuvieron muchos problemas puesto que no lo podían subir en un barco de pasajeros ya que el coche estaba destartalado, Cristóbal hace gestiones con un amigo suyo que trabajaba en una naviera, y por mediación de este y de difundir el proyecto se abrían muchas puertas que facilitaron su desplazamiento.

Después de meses de espera y desesperación, al final sale un contenedor de de Lanzarote hacia Valencia, con lo que el vehículo había que desplazarlo de Fuerteventura hasta Lanzarote, cosa que se encarga Cristóbal, que por cierto llegaba casi por los pelos, pero al fin ya había embarcado, con lo que se conseguía dar un paso más, confesando que se le había quedado un sabor agridulce al ver que se llevaban su coche del alma a tierras peninsulares, pero en el fondo se quedaba con un doble sentimiento, ya que iba camino a un mejor destino, y no es porque el clima canario no sea bueno, sino porque a donde iba, habían unas ganas renovadas y sobretodo se contaba con tiempo para trabajar en él , y poquito a poquito recuperar hasta el último centímetro de lo que llegó hacer ese coche.

Aquí lo vemos en manos del japonés Shinozuka piloto principal de Team Natsuki Citizen en el Dakar 1988

Pasaron un par de semanas con noches sin dormir incluidas e informan del puerto de Sagunto (Valencia) a Javier que tenía que recoger un contenedor, organizó todo rápidamente, preparó el carro del coche pero recibe otra llamada informándole desde la empresa del transporte del puerto que como era viernes el almacén de descarga ya no estaba abierto, que tenía que esperarse hasta el lunes, pero como la impaciencia era incontrolable les contestó: " que estaba de camino y que le sacaran el contenedor del puerto que el ya lo bajaría con sus medios", menuda liada, en la misma puerta del puerto de Sagunto estaba posicionado el camión con el contenedor, el chófer se le queda mirando y le dice "esto no hay manera de bajarlo, me lo llevo y el lunes vienes al almacén" y con otro abdican añadido, ya que el transportista solo contaba con media hora y si no se iba, en esos momentos se agudiza el ingenio, y se gira viendo un montón de tierra y arenas en una parcela cercana, y ni corto ni perezoso le propone al señor del camión que arrimara la puerta del contenedor a ese montículo y le ponga la rampa del camión encima, y de esa manera lo bajaban, a lo que el operario, muy incrédulo dudaba pero aun así aceptó la operación, pasado algún tiempo y después de ser la atracción en el puerto, donde muy pocos transeúntes eran los que no se paraban a ver como terminaba la historia, pero la aventura salió de la mejor manera posible ,con el coche ya en el carro para traerlo de regreso a su nuevo hogar.

Tan solo faltó firmar autógrafos a los espectadores que atónitos contemplaban el espectáculo..

Más contento que unas castañuelas Javier toma dirección a Teruel pero no si antes entrar en acción algunas anécdotas un tanto curiosas, primero al parar en una gasolinera, perplejo se queda al ver que alguien reconoce el coche y le saca parte de su curriculum, pero la cosa no quedaba ahí, sigue su trayecto y como los mosquitos acuden a la luz , también la Guardia Civil de Tráfico sienten cierta atracción a los carros, y en el caso de nuestro protagonista no iba ser menos , le paran, y cuando uno de ellos ya estaba afinando el bolígrafo, como por arte de magia su otro compañero, que casualmente era de Gran Canaria, reconoce el Proto, y empieza a narrarle vivencias que había tenido de niño con ese coche, conclusión, que sigue camino a su destino sin multa y el agente con una foto con el vehículo para el recuerdo.

Una vez llegado a su destino y tras tomarse unos días de tranquilidad ya empieza con otra faceta, y no menos interesante, y es la de recabar toda la información e historia que hay tras la unidad que se había adquirido, a lo que te surgen muchas dudas y curiosidades e intentas poco a poco buscarle respuesta a todo, se pone en contacto por mediación de las grandes amistades que tenía su padre en este mundillo con Bernard Maingert el preparador en Francia de estos vehículos y él ya le comenta las unidades fabricadas, que como suele ser en estos casos eran muy limitadas y apreciadas por su historia y por la fabricación hechas a mano al igual que un Formula1, intercambian información y le pasa fotografías, al cual le comenta que esa unidad era la del piloto número uno del equipo Andrew Cowan , y aunque ya intuía que era un pata negra no sospechaba que era el coche más representativo del equipo Mitsubishi en aquellos años, donde había cosechado muchos triunfos y logrado grandes retos para la marca.

Siguiendo en esa línea de investigación, también se pone en contacto con Fernando Capdevila, Aythami Alonso y Alfredo Medina donde le estará eternamente agradecido por proporcionarle todo tipo de detalles, ellos habían sido algunos de los pilotos que llevaron ese coche en el pasado, comentándole que esa unidad con ellos y con otros pilotos también habían escrito parte de la historia de los rally en tierra en Canarias, compitiendo contra coches míticos por aquel entonces.

Siguiendo con el turno de contacto también localiza a otro piloto del archipiélago, Manuel Gutiérrez, toda una enciclopedia ya no solo porque lleva corriendo más de 25 años, sino por su dilatada sabiduría, dándole toda clases de explicaciones habidas y por haber. Como todo proyecto de cierta relevancia, son muchas las incógnitas que hay que despejar, y sin ayuda de personas que te ponen en el camino para seguir hacia adelante, no sería posible, en esta parte del proyecto es donde hay que agradecer a Nolito García, Sergi y Enrique Monagas, pilotos de la zona que le han puesto en contacto con mucha gente y se han volcado en darle todo tipo de información.

Cowan abrumado en la apoteósica recepción en la ciudad condal a su paso hacia el Dakar en 1987

El futuro

Después de escribir tanto sobre el pasado, ahora toca hacer mención al futuro, y es lo toca a partir de ahora, curiosamente todo pasa por terminar de acondicionar una antigua pista de tenis para ampliar el taller familiar, y a partir de ahí contactar con proveedores de la zona de Teruel para ir organizando la reconstrucción del vehículo, y darle la mayor esencia de originalidad, y para ello se encargará Bernard Maingert (BM Preparation Automobile) donde la intensión es que saque del trastero del olvido, piezas que llevaron estos vehículos en aquellos años, y ver nuevamente la segunda juventud de este coche dakariano.

Javier Sánchez, aparte de agradecer a todas las personas mencionadas anteriormente, quiere hacer un agradecimiento especial a Cristóbal Ramón Cerdeña, ya que ha compartido y se ha implicado en el proyecto desde el inicio y a puesto todo de su parte, y quizás más para que todo esto llegue a un buen punto y final, sin ellos no hubiera sido posible lograr este gran reto de encaminarse a rehabilitar un coche que ha participado en una de las carreras más legendarias del mundo del automovilismo.

Y por último otro sueño de Sánchez y mirando muy al futuro, Javier tiene pensado hacer una gran fiesta del motor el día de la inauguración donde lógicamente están todos invitado.

 

Texto: Javier Sánchez / Iván Hernández - Fotos:José Maríia de Felipe / Bernard Maingert / Javier Sánchez / www.cta-media.net / www.naciodigital.cat / Paco Cibera / José Manuel Nuez

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Solofotosmotor.com quiere agradecer el gran trabajo de documentación realizado por Javier Sánchez Utrillas para la elaboración de este reportaje.

 
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