Fernando Alonso, una trayectoria
en objetos
Iván
Hernández
Y
todo empezó con una pieza en concreto, el
R25 de Renault. Fue el momento más convulso
en el buen sentido de la palabra del piloto asturiano
Fernando Alonso. Lograba algo que era impensable,
después de la prueba de Interlagos en Brazil,
se proclamaba Campeón del Mundo de Formula1
de Pilotos en el año 2005. De las diecinueve
pruebas de las que componía el certamen ganó
en siete, logrando además quince podios y
seis poles.
Después
de todo aquello, lo que significó para un
país como España y de la dilatada
repercusión en la prensa en todos los ámbitos,
había un deportista de los nuestros que tocaba
techo, un antes y un después en una disciplina
que llegó a desbancar al todo poderoso "fútbol",
y ya, lo que vino a continuación pues lo
sabemos casi todos.
El
origen
De
Fernando Alonso se han escrito miles y miles de
cosas, ya no vamos a descubrir nada nuevo a estas
alturas, pero nos paramos en algo de cierta curiosidad.
El motivo por el que decide crear una colección
importantísima de su historia deportiva a
muy pocos kilómetros de su Oviedo natal.
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Un
buen día, después de lograr
el máximo entorchado en una de las
categorías reinas del automovilismo,
Flavio Brietore le regala el Renault R25,
la herramienta con la que se había
trabajado el campeonato, y es a partir de
este punto donde a Fernando le llega la
idea. Reunir todos los elementos de su carrera
deportiva en objetos.
Van
pasando las temporadas y allá donde
va, negocia monoplazas con los equipos,
intercambia cascos con otros pilotos, tira
del baúl de los recuerdos, que curiosamente
aún conserva toda su infancia dentro
del mundo del karting. Desde su primera
licencia, ese pequeño kart fabricado
por su padre José Luis para su hermana
Lorena, pero que no lo vio con mucho entusiasmo,
o el primer mono azul donde su madre lo
tenía que modificar según
iba creciendo Fernando Alonso, apreciándose
detalles muy peculiares como las coderas,
e incluso las prolongaciones de las mangas.
Muchos detalles y artículos que van
desgranando en el tiempo lo que fue y ha
sido; porque la colección no está
cerrada, su currículum vitae de las
carreras sigue en crecimiento, y aun se
reserva la idea para futuras piezas que
puedan venir y que será la propia
trayectoria de Alonso quien haga de "Comisario
de Museo".
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Kart
infantil fabricado por el padre de Fernando
Alonso. En principio iba destinado a su
hermana Lorena
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Motor
V10 3.0L Renault (1989 - 2005) | 900 /950
CV | 90 Kg | 85L/100Km - 260L por carrera
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Las
instalaciones
Nada
más entrar, y rodeados por unas paredes negras
con luz tenue, justa para el prefecto disfrute de
lo que ven nuestros ojos y sobre unas peanas y escaparates
blancos, nos encontramos diferentes kart, el ya
mencionado anteriormente fabricado por su padre,
y con esa emulación decorativa al que llevara
Ayrton Senna, con esos colores míticos de
la marca de tabaco nos da la bienvenida al museo.
Sigue a continuación los de las diferentes
categorías, infantil, cadete, kart junior
e Inter - A. Todos ellos restaurados y con la esencia
de su niñez y a la vez cuidados hasta al
más mínimo detalle.
Nos
adentramos más y comienza una de su etapa
clave, los monoplazas. El Coloni CN1 con el que
participó en la Formula de Promoción
Nissan en 1999. Con un gran esfuerzo por parte de
la familia, el desaparecido Adrián Campos
le ofrece el asiento que había ocupado Marc
Gené la temporada anterior. Logrando 6 victorias
y 9 poles, lo que le permitió ser el campeón
de esa competición.
Con
ese verde telefónica nos sorprende el Lola
B22 de la categoría Formula 3000, disputó
esa disciplina en el equipo Astromega, fue corta
su estancia pero lo suficiente para marcar una pauta
importantísima, una victoria y pole en el
Circuito de Spa. Esa hazaña hacía
que los de Maranello se interesaran por un jovencito
Fernando Alonso de 18 años. Le ofrecieron
ser el piloto probador, y el asturiano verbalmente
dijo que sí, hasta que un astuto Flavio Briatore
se cruza en su camino y le hace un contrato con
el equipo Renault de Fórmula1, cediéndolo
posteriormente al equipo Minardi donde debutaría
en el 2001 en la máxima categoría.
El
European Minardi PS01, que disponía de un
antiguo motor Ford Zetec - R V10 que el propio equipo
se encargaba de su revisión y actualizaba
a lo largo de la temporada, no podía faltar
en la colección personal del asturiano que
se encontraba flanqueados por la "era Renault",
el primero, el R23B, monoplaza que pilotó
en el año 2003 y que marcaba otro hito en
la carrera de Alonso, logró la primera victoria
en la Fórmula1, en Hungría y además
en aquel momento fue el piloto más joven
de la historia, 22 años, en subirse a lo
más alto de un podio. Le seguía el
R24B del año 2004 donde hizo una pole y 4
podios.
Tras
subir una planta del recinto pasamos por una sala
de proyecciones con una pantalla panorámica
de grandes dimensiones, donde se pueden ver algunos
de los mejores momentos del piloto asturiano. Seguimos
avanzando y ya en primera persona, el R25 de la
temporada 2005, siendo ese momento en el tiempo
donde cambia todo.
Junto
con el del año siguiente, el R26, los dos
monoplazas que se encuentran expuesto juntos y custodiados
por los dos trofeos de Campeón del Mundo
de Pilotos de Fórmula1, y que podemos decir
que son los actores protagonistas de la colección.
Que curiosamente del R25 al R26 cambió drásticamente
la reglamentación de la motorización,
el primero, motor V10 a 72 grados, que aquello era
música celestial para oírlo en directo,
siendo necesario proteger los oídos, ya que
no durabas ni un minuto sin hacerlo. Y ya luego
para su sucesor, año 2006, se bajó
hasta un motor V8 a 90 grados.
Algunas
cifras a destacar, con el primer monoplaza que logra
el primer entorchado mundial consigue 7 victorias,
6 poles y 15 podios y con el del año siguiente,
el R26, logra las mismas victorias que la temporada
anterior y eso que el campeonato contaba con una
prueba menos.
En
el museo no solo se pueden apreciar los formulas,
además hay innumerables objetos personales
de Alonso, desde guantes, casco y ya no solo de
él, además tiene una colección
de muchos otros pilotos con los que, con el paso
del tiempo ha ido intercambiándolos en los
paddock de los circuitos. Otro detalle importantísimo
los trofeos, en cuestión ha querido sacar
de las vitrinas los dos más relevantes de
su trayectoria, los de campeón del mundo
de los años 2005 y 2006. Aunque sean réplicas,
debido a que los originales pasan de piloto a piloto
en cada ceremonia de entrega de trofeos al finalizar
la temporada, no dejan de ser majestuosa su presencia
en el museo. La base, el laurel de los campeones,
donde sale ese cilindro cónico, y en su exterior
grabada la firma del club de los selectos, los pilotos
campeones del mundo.
La
trayectoria por el museo la han querido organizada
de una manera lo más cronológica posible
según las temporadas, y ahora nos encontramos
con la flecha plateada, el MP4 - 22 de Mclaren.
Precioso resalto de las líneas y paños
rojos con la base plateada, hace que sea uno de
los más elegantes de la estancia, destacándolo
aún más el entorno evanescente del
ambiente.
Con
este monoplaza disputó la temporada 2007,
logrando cuatro victorias y lo recordamos por esa
épica contienda que tuvo con Hamilton, y
por el hecho de que tampoco se viera muy arropado
por el equipo inglés, al finalizar ese año
decide regresar a su casa de Enstone.
Volvemos
a encontrarnos en la sala otra vez con los de la
marca francesa, los R28 y R29 de Renault. Esos dos
años con ellos solo consiguió dos
victorias en la primera temporada, ya las cosas
en cuanto a competitividad habían cambiado
y quizás para Alonso fue un año de
transición, sobre todo el último donde
da el salto a lo que pudo haber sido sus inicios.
Maranello, el sueño rojo se había
cumplido.
Un
trofeo muy especial para Alonso. Su primer
triunfo en la Fórmula1. G.P de Hungría
de 2003
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Era
Roja
Alineados
como los astros uno detrás de otro, se ven
imponentes los cinco Ferrari de su etapa con los
del "Cavallino Rampante"
Primero
el F10 de la temporada 2010, consiguiendo cinco
victorias y donde tuvo muy cerca su tercer entorchado
mundial, finalmente ese año sería
subcampeón del mundo. A continuación
un monoplaza donde los de Maranello querían
homenajear la unificación de Italia, y lo
llamaron el F150º Italia. Con este modelo se
quedaron muy lejos de su antecesor en cuanto a rendimiento
y resultados, logrando solo una victoria a lo largo
de la temporada.
Seguía
el F2012, y quizás es recordado por ese morro
delantero, algo difícil de encajar estéticamente.
Y es que en ese apartado concretamente fue en el
que escatimaron, aunaron más esfuerzos en
otros aspectos como los aerodinámicos. Tuvieron
una primera parte del campeonato que les fue bien,
Alonso estaba clasificado en primera posición
en la clasificación general de pilotos, pero
a partir de ese ecuador del 2012 todo cambió,
entre el accidente en Bélgica con esa "omelette"
formada por Romain Grosjean antes de la primera
curva y algún abandono notorio hicieron que
llegara al final de la temporada perdiendo fuelle,
a pesar de volver a conquistar otro subcampeonato
y ganar tres grandes premios.
En
el 2013 sería el F138, este sería
el monoplaza número 59 que construía
Ferrari, y debía su nombre a una contemplativa
combinación de números y datos. El
13, el año en el que competían y el
8, el número de cilindro del motor. Dobló
en puntos a su compañero de equipo, Felipe
Massa y seguía sin despegarse del subcampeonato,
volviendo a apuntar otro más a su palmarés.
El
2014 fue un año revolucionario para la Fórmula1,
llegaba la era hibrida, donde era un nuevo reto
y gran desafío para los ingenieros. Se deja
atrás la motorización 2.4 centímetros
cúbicos V8 y se pasaba a la 1.6 con motores
turbo y V6. En Ferrari no dan con la tecla, su nuevo
monoplaza el F14 T, que curiosamente el nombre lo
designan por una encuesta popular, no está
a la altura, y son tan pobres sus resultados que
empiezan a caer hombres importantes dentro el organigrama
de Ferrari, el primero su director, Stefano Domenicale
y hasta el mismísimo presidente, Luca Cordero
de Montezemolo.
Este
modelo es el que cierra el quinteto de balas rojas
de la colección de Fernando Alonso. Todo
lo acontecido esa temporada es un punto de reflexión
para el asturiano que le lleva a cometer un hecho
sin precedentes, dejar el equipo Ferrari y volver
a Mclaren. Los ingleses habían firmado a
priori un suculento acuerdo de unión con
el poderoso Honda. Ese motivo y el gran camino que
le quedaba a los italianos por hacer, propicia la
nueva aventura de Alonso.
En
otra de las impolutas peanas blancas del museo,
las criaturas, el MP4-30, MP4-31 y el MCL33, siendo
este el de la temporada 2018 que a partir de aquí,
los de Woking cambian la referencia para definir
a sus monoplazas. Falta el de la temporada 2017,
el MP - 32 donde ya las instalaciones se están
viendo mermadas en cuan espacio, se está
pensando en la ampliación del complejo deportivo
en un futuro; y prefiriendo reservar lugares estratégico
dentro del museo para, primero, el Mclaren Honda
con el que disputó las 500 Millas de Indianápolis
de 2017, prueba además que forma parte de
la triple corona, G.P de Mónaco, Le Mans
e Indianápolis. Llegó a ir liderando
la carrera hasta que el monoplaza rompe el motor
a falta de 21 vueltas para el final. Y es ese precioso
Dallara V6 del equipo Andretti Autosport con ese
color naranja intenso quien casi nos marca el camino
de salida del museo, pero antes, el segundo rincón
reservado para otro vehículo icónico.
El Toyota TS050 hibrido, el arma con el que Fernando
Alonso ganó dos veces (2018 - 2019) la mítica
prueba de las 24 Horas de Le Mans junto a sus compañeros
Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima.
Este
vehículo fue el último en llegar al
museo, y no solo cuenta con el encanto de los dos
triunfos en el Circuito de la Sarthe, además
logra 5 victorias, entre ellas las de circuitos
míticos como Spa o Sebring, 4 poles y 7 podios
dentro de las pruebas que componían el Campeonato
del Mundo de Resistencia (WEC) donde lo gana en
2019.
Con
el Toyota, que cuenta con un selecto antecedente
se pone en el museo el cartel de; ya no caben más.
A partir de ahora habrá que tirar de plan
B para poder ir aumentando la colección,
nos imaginamos que ya Alonso esté manos a
la obra, y nunca mejor dicho con ese tema. A día
de hoy aún falta algunas piezas claves del
pasado como por ejemplo, el Cadillac con el que
gana las 24 Horas de Daytona, que ya está
de camino, y curiosamente el Toyota Hilux con el
que participó en el Dakar, este, en el momento
de escribir este reportaje, el propio Alonso anuncia
una muy buena noticia, presenta en sociedad la reciente
llegada a las instalaciones.
Y
en cuanto al presente y futuro, Alonso le queda
cuerda para rato y seguramente ira en aumento todos
esos objetos que han marcado a lo largo de todos
estos años atrás, y lo que falta por
llegar, la carrera deportiva de uno de los deportistas
más utópicos que ha tenido España,
y por supuesto con un gran reconocimiento a nivel
mundial, ya que pertenecer al club de los selectos
Campeones del Mundo de Formula1 es algo que solo
está al alcance de una minoría.
DETALLES
CURIOSOS |
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Colección - Fernando Alonso
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